Plaza Colón

PLAZA COLÓN

En las plazas, sólo un personaje parece no morir: el viento. Ni los hombres, ni la música, ni los árboles, ni los monumentos están hechos para la eternidad. Solitario, distraído, quieto y huraño, como el último alumno del colegio, el viento lleva y trae historias, se entromete en las leyendas que narran los fantasmas. Parece que siempre trata de desquitarse, pero sabe decirle a las gentes que mañana, mañana mismo, lo hará todo con más calma. Y esa calma se llama el tiempo, se apellida la historia.


Aproximadamente en  el  año 1887. Sólo  un círculo central vegetación, el resto tierra desolada, era una plaza pobre de pueblo todavía en pañales. En el primer plano de Antofagasta (1869) figura circundada por  las calles San  Martín, Washington, Sucre y Lamar (Prat).



Vista tomada  aproximadamente  en   1904,   circundada  por  las calles Prat, San Martín y Sucre.


Sector calle Sucre. Se aprecia todo un progreso en cuanto a áreas   verdes   y   edificación   colindante.   Sobresale claramente el hermoso edificio del Gran  Hotel, destruido por un  incendio en 1920.
La fotografía corresponde a 1918, aproximadamente.


Sector de la calle San Martín. La plaza ofrece una estructura totalmente distinta a la que le conocemos hoy. Todavía no se construía el edificio de la Intendencia en la esquina de Prat con San Martín.
La fotografía corresponde aproximadamente a 1900.



PLAZA DEL FERROCARRIL


Se le dio ese nombre, pues la línea férrea penetraba en ella por la esquina Maipú-Angamos (Matta), y salía por la de Uribe a Indenpendencia (José Santos Ossa). Al comienzo era una pampa desierta, llena de basuras y con una "animita milagrosa" guarnecida con latas viejas para prender velas rogativas. En 1880 el Gobernador García Reyes la denominó "General Emilio Soto-mayor". Los Alcaldes Verbal, Mandiola y Alfaro la convirtieron en una verdadera plaza. En 1918, la Municipalidad acordó dividirla en dos para construir en el sector alto, el Mercado Modelo. En 1910, como homenaje al Centenario de la Independencia, la colonia alemana obsequió el monumento que luce hoy frente a la calle M. A. Matta.