Ferrocarriles

FERROCARRILES
Vagamente antiguas, estrictamente solas, luminosamente afincadas en el tiempo, las locomotoras y las estaciones se animan mutuamente a seguir en el camino, sin detenerse jamás. Nunca se sabe si vienen o van, si aman la prisa del camino o el largo sueño. Por su parte, muchos creen que ya todo eso murió, que el riel carece de méritos, que el humo no precisa de la complicidad del vasto cielo azul, que los maquinistas cerraron los ojos. Muy pronto, todos volverán. Por eso debemos aguardarlos: nos basta su palabra.



ESTACIÓN DE FERROCARRIL EN EL SALAR DEL CARMEN.
Primera demostración  del empuje del hombre por la conquista del desierto.




LAS PRIMERAS LOCOMOTORAS
Llegadas a la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta en 1873. La prueba se hizo el 20 de diciembre de ese año, en que partió un tren compuesto de una máquina y tres carros de carga, llevando como pasajero a Jorge Hicks. El 28 de diciembre fue la inauguración oficial, en que viajaron autoridades y familias del puerto, en número de 100 invitados. En las oficinas del Salar del Carmen fueron obsequiados con un banquete y un gran baile, regresando la comitiva al día siguiente.




ANTIGUA ESTACIÓN
En 1892 se inauguró oficialmente el ferrocarril de Antofagasta a Oruro. La fotografía corresponde a la antigua estación, ubicada en calle Bolívar.




LOCOMOTORAS MODERNAS
Una de las primeras locomotoras de tipo moderno que comenzaron a llegar al servicio de trenes. En la fotografía se muestra la trocha angosta de 2'6" que se usaba en la zona, en comparación con la europea que era de 4'8". Fotografía de 1916.





NUEVA ESTACIÓN
La nueva estación del Ferrocarril ubicada en calle Valdivia, que se inauguró con motivo del traslado de la línea que corría la Avenida del mismo nombre, hacia las faldas del cerro. El triado de la línea significó también un cambio de denominación de la avenida, la que en 1910 se le rebautizó con el de Argentina. La fotografía es de 1923.